viernes, 18 de noviembre de 2011

Estrafalaria


 Los domingos por la mañana había que ir a misa, mi madre nos aseaba con esmero, (aunque eso lo hacía cada día) nos ponía los vestidos bonitos, ella se pasaba horas cosiendo para que tuviesemos un vestido especialmente bonito para los domingos, a mi hermana y a mí nos los hacía iguales y a mi hermano le hacía una camisa como nuestros vestidos y un pantalón que combinase y cuando íbamos a misa estábamos guapisimos. En la iglesia había un lado de bancos de mujeres y otro de hombres y hacía mucho frío, creo que incluso en el verano hacía frío allí.
 Cuando terminaba la misa, yo me marchaba con mis amigas a pasear por la carretera, entonces apenas pasaban coches y la carretera estaba bordeada de árboles, nos sentábamos en los malecones... en el centro se sentaba "ella"... ella era la señora rara, se llamaba Josefinacuartero, y a las madres no les gustaba que hablasemos con ella, por eso nos encontrábamos en la carretera, a la salida del pueblo... Josefina nos contaba historias fantásticas que nos llevaban a sitios increibles, la escuchábamos embelesadas... entre otras cosas supimos por ella que hay siete cielos, que la vida no termina con la muerte, que el quinto cielo, (en el que ella ya había estado) era el más bonito. Aunque en el pueblo la llamaban "estrafalaria"... estrafalaria es una definición de persona extraña que no se comporta de acuerdo a ningún patrón estrablecido, sin llegar a loca, porque loca ya sería que es peligrosa... estrafalaria era una persona a la que los mayores miran por encima del hombro y a quien los niños miran con asombro. A Josefina la mirábamos con asombro embelesado, nos regalaba estampas de santos, escapularios, medallitas de alguna virgen... pero el mejor regalo que nos hacía eran sus increibles historias.
 Luego al llegar a casa, cuando las madres preguntaban dónde habíamos estado, mirábamos para otro lado mientras respondíamos: por ahi, dando una vuelta.

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