miércoles, 16 de noviembre de 2011

El barbero


El Señor Dionisio era el practicante de mi pueblo, que no es que practicase nada, ponía las inyecciones, también era barbero y sacaba las muelas... En el patio de su casa tenía la barbería, una puerta la separaba del cuarto donde ponía inyecciones y sacaba muelas, yo a mis 6 añitos era asidua a ese cuarto y recuerdo encontrarme allí siempre a la niña que se hizo mi amiga unos meses después, éramos las únicas niñas que no lloraban nunca por que nos pincharan... bueno yo entonces apenas lloraba por nada, creo que comprendí pronto para lo poco que servía.
El barbero de mi pueblo también fue el encargado de ayudarme a llegar al mundo, decía mi tía que yo llegué metiendo prisa y el médico no pudo asistir al parto, así que fueron las manos del Señor Dionisio, al que fueron a buscar al huerto, las primeras que me encontré.

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