domingo, 20 de noviembre de 2011

El río



En primavera nos gustaba ir a jugar a la orilla del río, mojarnos los pies, coger flores y, sobre todo, buscar cucharetas, había muchas, jugábamos a ver quien las aguantaba más en la mano, a mí el tacto de las cucharetas me daba escalofríos.

No es que entonces el río fuese muy caudaloso pero siempre había agua, decían que el Señorgarcés se bañaba allí cada día, incluso en invierno, que rompía el hielo y se metía completamente desnudo. También decían que por eso estaba muy sano... El Señorgarcés era otro personaje extraño, le gustaba que los domingos, a la salida de misa, fuésemos todos los niños a saludarle y le llamásemos tío, entonces él nos daba una peseta para que comprásemos caramelos... creo que a su señora no le gustaba mucho ver una fila de niños a su alrededor, ella (siempre muy elegante) se marchaba calle abajo con la cabeza alta y el paso digno.

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